jueves, 10 de noviembre de 2016

Vives y Erasmo

Luis Vives: Primer pedagogo español, Precursor de Bacon, Descartes y Kant, en pedagogía se anticipa a los problemas del método natural, psicológico, al conocimiento del sujeto, la educación diferencial, la escuela popular.
Compone su tratado “Educación de la mujer cristiana” y “Pedagogía pueril” en 1523; piensa en la educación de la mujer para la vida modesta y sencilla formada desde una tierna edad en la práctica de las virtudes cristianas.

Va siempre a la saga del maestro en afán de aprender más y más, porque todo verdadero maestro, “Enciende en otro hombre como una luz de su propia luz”. Sus dos últimas obras más movidas por un sentido social intentando arrancar la ignorancia, los vicios, la miseria, las enfermedades, la falta del cultivo del ingenio y también la locura de la guerra.

Pensamiento Pedagógico:
“Hagamos humanos los estudios humanistas”; no solo se trata del humanismo literario sino también de humanizar al hombre, en el trato hacia el hombre, su semejante “El primer deber es saber hablar pero ha de brotar de alguna fuente el pensar”.

Educación Popular y Diferencial: Si se establecen escuelas en sitios apartados el campo por ejemplo, es inquietante la educación de pobres: ¿Quiénes serán los maestros? Aquellos que posean conocimientos necesarios, habilidad para enseñar con gusto y posibilidad de contagiarlos  a los discípulos. Método y ritmo de enseñanza a de ajustarse a capacidad del alumno “Nadie es tan poco inteligente, que no saque provecho alguno, siempre que se le atienda con cuidado”.   
Aplico la psicología en la educación, se opuso a los métodos escolásticos, recomendando los métodos inductivos y experimentales, defensor de la cultura de la mujer. La sabiduría como valor indispensable en la vida humana, denoto el máxime de su pensamiento; junto con la sabiduría, la bondad debía acompañar en la formación de los estudiantes.

El arte de enseñar en función de capacidad de comprensión de los oyentes”

Erasmo: Fue el más famoso humanista de su época, luego de haber ingresado en la orden de los agustinianos y ordenado sacerdote, obtuvo dispensa de los deberes conventuales y del hábito para dedicarse en exclusiva al estudio. Erasmo fue el apóstol de una religiosidad espiritual e interior, que exteriormente se manifiesta como tolerancia y caridad constructiva para con el prójimo.

Como pedagogo, la influencia de Erasmo fue extrema y benéfica en virtud de la humanidad, el equilibrio y la viva conciencia de la necesidad de respetar la progresiva maduración de la personalidad infantil, que anima a sus libros, sobre todo el más importante. Erasmo recoge con renovado vigor gran parte de los argumentos de la pedagogía humanística italiana en favor de la educación literaria, que debe empezar tempranamente en formas sencillas y alegres. No se puede “considerar hombre a quien carezca de letras”,  puesto que el hombre requiere de un amplio coloquio humano para formar sus propios hábitos: “un hombre no  instruido en la filosofía u otras disciplinas es un animal inferior incluso a los brutos. Las bestias por lo menos siguen los instintos naturales, pero el hombre si no está formado por la literatura y  la filosofía es presa de pasiones inferiores a la de las fieras. Ningún animal es más feroz y nocivo que el hombre devorado por la ambición, la codicia, la ira, la envidia, la obsesión de lujo, la lujuria”.

Erasmo insiste de manera repetitiva en las materias susceptibles de ser enseñadas en la primera infancia, con métodos que hoy llamamos directos, de igual forma insiste en estudiar de igual forma la índole del niño y tomar desde un principio las diferencias individuales.


Erasmo es el hombre  del equilibrio, el espíritu irónico y universal que repudia todo exceso y toda unilateralidad, representa la plena madurez del humanismo sustancialmente satisfecho de sí mismo, dispuesto a reducir cualquier problema a cuestión de buena educación y cultura.   

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