jueves, 10 de noviembre de 2016

Immanuel Kant

Ejerció como preceptor de actividades educativas; su contribución pedagógica es puramente teórica. Fue influido en ella por Rousseau y así se ocupa extensamente de la educación física y de la moral más que de la intelectual,  y mostró gran interés por la obra de Basedow.  Para Kant la educación es tan importante que afirma que “únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. No es más que lo que la educación le hace”, añadiendo de igual manera que “tras la educación está el secreto de la naturaleza humana”. La razón es que las disposiciones del hombre no se desarrollan por sí mismas, sino que tienen que desarrollarse.
                                   
Kant divide  la educación en: Disciplina, Cultura, Civilidad y Moralización, lo que para él es el fin último de la educación y a su vez reconoce dentro de la educación dos aspectos: los cuidados y la formación; se refieren a la parte física y los últimos a la espiritual, interna. Pese a su concepción idealista sobre la educación espera que la educación sea comprobada.

Reconoce la personalidad del niño al decir que no hay que formar en los niños el carácter de un ciudadano sino el de un niño, dice que el niño no es ni bueno ni malo, sino que lo que llegue a ser es por la educación y de esta forma ésta adquiere un papel importante en la formación del hombre, defiende el principio de la actividad en la educación, es partidario de la educación religiosa pero extraconfesional.

En su actividad literaria se pueden distinguir tres periodos:

1.     Domina el interés por las ciencias naturales y sus obras se refieren casi exclusivamente a cuestiones físicas y matemáticas, la obra destacable de este periodo es “Historia natural universal y teoría del cielo”, 1755.
2.     Empieza a predominar el interés filosófico que se orienta cada vez más hacia el criticismo
3.     Es el periodo crítico, y se abre con la tesis que Kant compuso, a este periodo perteneces las obras:
-         Critica de la razón pura (1781)
-         Critica de la razón práctica (1788)
-         Critica del juicio (1790)

Para Kant, el procedimiento silogístico es una pura gimnasia formal, niega el valor absoluto de las demostraciones racionales de Dios, restringe a la pura lógica formal el valor del principio de identidad y afirma la función positiva del elemento negativo de lo falso, de la culpa, de lo feo, en la vida del hombre. Llega a decir que el sentimiento de respeto por ley moral es necesariamente un “sentimiento de dolor”; solo podemos educar para pensar y actuar en términos universales.

Quizá el hecho de que no haya escrito una pedagogía sistemática se debe a que comprendía que una posición como la suya no estaba indemne de la acusación de eudemonismo.

La Pedagogía Kantiana abunda en anotaciones porque alienta en ella un moderado y bien pensado optimismo propio de la ilustración en el que convergen la inspiración de Rousseau y la sabiduría de Locke. Para Kant, no hay verdadera educación cuando la adaptación del niño a las condiciones de hecho  ni mucho menos el adiestramiento para convertirlos en buenos súbditos. Una educación digna debe tener como punto de referencia un mejor porvenir para la humanidad, con arreglo a un plan que no puede tener “carácter mundial”.

Kant es favorable a la educación pública por estimarla verdaderamente formadora del ciudadano, pero para ese fin es necesario llegar en las escuelas a conciliar la sumisión a la autoridad legítima con el uso de la libertad.

Divide la educación en física y práctica:
-         La primera es que el hombre tiene en común con los animales y se refiere a los cuidados de la vida corporal.
-         La educación práctica es sinónimo de educación moral es decir, educación a la libertad.


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