Ejerció
como preceptor de actividades educativas; su contribución pedagógica es
puramente teórica. Fue influido en ella por Rousseau y así se ocupa
extensamente de la educación física y de la moral más que de la intelectual, y mostró gran interés por la obra de Basedow. Para Kant la educación es tan importante que
afirma que “únicamente por la educación el hombre puede llegar a ser hombre. No
es más que lo que la educación le hace”, añadiendo de igual manera que “tras la
educación está el secreto de la naturaleza humana”. La razón es que las disposiciones
del hombre no se desarrollan por sí mismas, sino que tienen que desarrollarse.
Kant
divide la educación en: Disciplina,
Cultura, Civilidad y Moralización, lo que para él es el fin último de la
educación y a su vez reconoce dentro de la educación dos aspectos: los cuidados
y la formación; se refieren a la parte física y los últimos a la espiritual,
interna. Pese a su concepción idealista sobre la educación espera que la
educación sea comprobada.
Reconoce
la personalidad del niño al decir que no hay que formar en los niños el
carácter de un ciudadano sino el de un niño, dice que el niño no es ni bueno ni
malo, sino que lo que llegue a ser es por la educación y de esta forma ésta
adquiere un papel importante en la formación del hombre, defiende el principio
de la actividad en la educación, es partidario de la educación religiosa pero extraconfesional.
En
su actividad literaria se pueden distinguir tres periodos:
1.
Domina
el interés por las ciencias naturales y sus obras se refieren casi
exclusivamente a cuestiones físicas y matemáticas, la obra destacable de este
periodo es “Historia natural universal y
teoría del cielo”, 1755.
2.
Empieza
a predominar el interés filosófico que se orienta cada vez más hacia el
criticismo
3.
Es
el periodo crítico, y se abre con la tesis que Kant compuso, a este periodo
perteneces las obras:
-
Critica
de la razón pura (1781)
-
Critica
de la razón práctica (1788)
-
Critica
del juicio (1790)
Para
Kant, el procedimiento silogístico es una pura gimnasia formal, niega el valor
absoluto de las demostraciones racionales de Dios, restringe a la pura lógica
formal el valor del principio de identidad y afirma la función positiva del
elemento negativo de lo falso, de la culpa, de lo feo, en la vida del hombre.
Llega a decir que el sentimiento de respeto por ley moral es necesariamente un
“sentimiento de dolor”; solo podemos educar para pensar y actuar en términos
universales.
Quizá
el hecho de que no haya escrito una pedagogía sistemática se debe a que
comprendía que una posición como la suya no estaba indemne de la acusación de eudemonismo.
La Pedagogía Kantiana abunda en anotaciones porque
alienta en ella un moderado y bien pensado optimismo propio de la ilustración
en el que convergen la inspiración de Rousseau y la sabiduría de Locke. Para
Kant, no hay verdadera educación cuando la adaptación del niño a las
condiciones de hecho ni mucho menos el
adiestramiento para convertirlos en buenos súbditos. Una educación digna debe
tener como punto de referencia un mejor porvenir para la humanidad, con arreglo
a un plan que no puede tener “carácter mundial”.
Kant es favorable a la educación pública por
estimarla verdaderamente formadora del ciudadano, pero para ese fin es
necesario llegar en las escuelas a conciliar la sumisión a la autoridad
legítima con el uso de la libertad.
Divide la educación en física y práctica:
-
La primera es que el hombre tiene en común con los
animales y se refiere a los cuidados de la vida corporal.
-
La educación práctica es sinónimo de educación moral
es decir, educación a la libertad.
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