jueves, 10 de noviembre de 2016

Helenismo y Segunda Escuela Sofista

El término Helenismo se comprende en el periodo de expansión de la cultura Griega a Oriente,  desde la muerte de Alejandro Magno (323 a.C.) hasta la conquista romana de Egipto (30 a.C.).  La civilización helenística parece representar una total desnaturalización de la cultura helénica, desde luego en lo esencial era esta una civilización de la polis y en el periodo helenístico, la polis ha dejado de existir como realidad autónoma. En efecto, salvo los breves períodos en que las diversas alianzas de ciudades griegas trataron de aprovechar la discordia entre Macedonia y Roma, las antiguas formas de libertad política son un acuerdo del pasado y la vida democrática local se reduce, cuando subsiste a modestas funciones de administración municipal.

El tipo de educación griega que se afirma gradualmente en Atenas es el que prevalece y se difunde en el mundo helenístico-Romano. La educación elemental, a cargo de los didaskalos, comprende el aprendizaje de la lectura y la escritura y un mínimo de aritmética; por su parte la música, la danza y la gimnasia pierden gradualmente importancia y se convierten en algo accesorio y marginal. La educación media, es impartida principalmente por el gramático y consiste principalmente en la lectura y comentario de los “clásicos”: Homero, Hesíodo, los Liricos y los Trágicos. La educación superior, es sobre todo de carácter oratorio y por lo mismo está confiada al rector, más tarde llamado también sofista.

La educación siguió siendo durante largo tiempo sobre todo privada. Solo durante el bajo Imperio Romano se llegara a una gestión directa por el Estado de gran parte de una educación superior y a una intervención minuciosa en los otros dos grados. Los tres grados de instrucción aludidos son, pues, fundamentalmente, una formación espontanea establecida con bastante uniformidad no por fuerza de leyes, sino porque respondía a exigencias generales.

Los filósofos de esta época se desentienden de la política y de sus deberes ciudadanos y empiezan a buscar soluciones individuales para conseguir la felicidad al margen de la colectividad.

El periodo del Helenismo tuvo 5 expansiones o escuelas,  Estas escuelas tuvieron una importancia fundamental y algunas sobrevivieron varios siglos ya en el mundo romano.  Los pensadores de estas escuelas sospechaban que en los discursos de los poderosos no había nada útil para el ser humano, y creían que la felicidad había que buscarla en otra parte, lo que sería algo complicado. Estos filósofos se ponían en contra y liberaron a los seres humanos del miedo y de la ignorancia.

Las escuelas más importantes  fueron el epicureísmo, el estoicismo y los cínicos. Además, en esta época seguían funcionando la academia de Platón y el liceo de Aristóteles.

1.     Epicureísmo, El epicureísmo es la escuela fundada por Epicuro de Samos en el 306 a.C. Fue fundada en sus jardines de Atenas. Como característica especial, esta escuela estaba integrada tanto por hombres como por mujeres, algo nuevo en las escuelas griegas.

El epicureísmo defendía la búsqueda de la vida feliz y de la ataraxia (se define como la disposición del ánimo por la que una persona alcanza el equilibrio emocional, mediante la disminución de la intensidad de sus pasiones y deseos y la fortaleza del alma) y la felicidad. Además, para Epicuro la presencia de la felicidad significaba la ausencia de dolor.
Para Epicuro, el placer puro es el bien supremo y el dolor es el mal supremo. Los placeres son consecuencia de la realización de los apetitos, y los sufrimientos son consecuencia de los impedimentos de los apetitos. Epicuro distingue entre tres clases de apetitos:
        
         1. Los naturales, como alimentarse, que son fáciles de satisfacer.
         2. Los naturales pero no necesarios, como la gratificación sexual.
         3. Los no naturales ni necesarios, como la fama.

También distinguía entre dos tipos de placeres, basados en la división del hombre en cuerpo y alma:
         1. Placeres del cuerpo, a los que renuncia.
          2. Placeres del alma: son superiores a los del cuerpo.

Los placeres corporales son efímeros y temporales, mientras que los del alma son más duraderos. La razón representa un papel decisivo, ya que nos permite alcanzar la ataraxia, y nos da libertad ante las pasiones y apetitos. La finalidad de la filosofía de Epicuro no era teórica, sino práctica.

2.     Estoicismo, La escuela estoica fue fundada en el 322 a.C. por Zenón de Citio, duró hasta el 429 d.C.  Los estoicos decían que en toda proposición había tres elementos:

·        La palabra o significante
·        La cosa significada
·        El significado.

Las palabras y las cosas son materiales, el significado es inmaterial y actúa como nexo
entre los otros dos elementos. Afirmaban que el alma es una “tabla rasa” que no cuenta con ningún conocimiento a priori, y que en ella se imprimen las imágenes de las cosas sensibles a través de la comprensión de la sensación. La mente forma la representación a partir de las señales que recibe de la sensación.

El ideal de los estoicos es “vivir de acuerdo con la Naturaleza”. Para alcanzar esto se deben dominar las pasiones. Quien logra dominarlas alcanza la tranquilidad; quien acepta el destino y supera las pasiones alcanza la virtud.

3.     Los Cínicos, La escuela cínica fue fundada en Grecia durante la segunda mitad del siglo IV a.C. por Antístenes. Los cínicos consideraban que el hombre con menos necesidades era el más libre y el más feliz.
Es una filosofía que pretende alcanzar la felicidad mediante la sabiduría, la liberación del espíritu y el logro de la virtud. Los cínicos se desprenden de sus bienes para no sentir cariño hacia ellos y son ajenos a los placeres para no ser sus esclavos.

Veían a la civilización como algo artificial, antinatural. Consideraban como virtud el vivir con autarquía y autosuficiencia. Valoraban más una vida salvaje que otra sometida a las reglas del rebaño. Sostenían que la felicidad sólo puede lograrse por la independencia y miraban con desprecio a los miembros del rebaño que la buscaban en las riquezas.

Además de Antístenes, otros personajes cínicos célebres fueron: Crates de Tebas: era un ciudadano adinerado que renunció a toda su fortuna para hacerse filósofo cínico. Para conseguir vivir feliz le bastaba lo mínimo, y vivía distanciado de las instituciones y las leyes.
Diógenes de Sinope: Pone en práctica de una manera radical las teorías de la escuela cínica. Se dedica a criticar las instituciones y se enfrenta constantemente a las normas sociales.

4.     Eclecticismo, La tendencia ecléctica hizo su aparición en la escuela estoica, dominó largo tiempo la Academia, la dirección ecléctica de la escuela estoica se inició con Boeto de Sidón y tuvo su máximo exponente  en Panecio de Rodas.

Al eclecticismo de Antíoco se enlaza pues el nombre de Cicerón, quien filosóficamente hablando, debe su importancia no a su originalidad, sino a su capacidad para exponer en forma clara y brillante de los pensadores griegos de su tiempo. Con Antíoco, Cicerón admite como criterio de verdad el consenso común de los filósofos y lo explica por la presencia, en todos los hombres, de nociones innatas, análogas a las anticipaciones del estoicismo.  En la escuela peripatética el eclecticismo no echó raíces profundas.

5.     Escepticismo,  Niega toda posibilidad de conocer la verdad. Es necesario distinguir el escepticismo como corriente filosófica que surge y se desarrolla en el mundo antiguo durante el siglo IV a.C. hasta el siglo II d.C, y el escepticismo como teoría filosófica.


El escepticismo mantiene que no es posible el conocimiento. Del mismo modo que ocurre con el relativismo, cabe ser escéptico de un modo radical o aceptar el escepticismo respecto de ciertas regiones de realidad y la posibilidad de adquirir ciencia o conocimiento respecto de otras. Por ejemplo, se puede ser escéptico en temas de religión (agnóstico) y sin embargo creer en la posibilidad del conocimiento del mundo físico, como ocurre en la actualidad en muchos científicos. En la filosofía presocrática el escepticismo fue una teoría poco aceptada pero también tuvo sus defensores. El movimiento sofista tendía más al relativismo y escepticismo que al objetivismo. Las siguientes tesis del sofista Gorgias expresan de modo rotundo este punto de vista: “nada existe; si algo existe, no puede ser conocido por los hombres; si se puede conocer, no se puede comunicar y explicar a los demás”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario